Corazones latiendo

martes, 27 de noviembre de 2012

Hay cosas que no cambian.

A veces no nos damos cuenta de que no todo está siempre perdido, que cuando no nos damos cuenta que las mejores cosas están a punto de pasar, que siempre hay algo que nos espera detrás de una esquina, solamente tenemos que cogerla.
Y que cuando la cogemos, cuando nos pasa, todo lo que guardamos vuelve a salir, todo vuelve a nacer, pero con más miedo que antes, pero sale, porque eso nunca ha caído, eso siempre ha estado ahí aunque lo hayamos enterrado, aunque lo hayamos intentado ocultar, termina saliendo.
Aunque lo intentemos enterrar, esos sentimientos estarán ahí por siempre.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Un simple comentario puede cambiar muchas cosas.

Siempre deberías decir todo lo que se te pase por la cabeza, que te de igual las consecuencias. Porque si lo sueltas, aunque sea tarde o temprano, siempre te podrás quedar tranquilo contigo mismo. Y a esas personas a la cual se lo dices, a quien le has dicho todo lo que se pasaba por tu cabeza, sabrá el por qué estás así.
Hay veces que decir todo lo que piensas es un alivio, otras te buscan un problema, pero muchas veces la gran mayoría de las cosas que se dicen merece la pena haberlas dicho.


Si no lo dices, si te lo callas, poco a poco te ahogarás con tus palabras.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Eres uno más.

Fui estúpida por llorarte, fui estúpida por creer que tú serías diferente, fui estúpida por creer en cada una de tus palabras, de tus promesas. Lo fui, fui bastante estúpida.
Me prometí a mí misma no volver hacerme daño con alguien que no mereciera la pena, y volví a fracasar. Fallé, porque creí en el amor, creí que realmente existía y creí que existía contigo. Pero como siempre fallé.
Cuando te ocurra lo mismo a ti, te acordarás de mí, recordarás todo lo que te dijeron tus amigos, de que no jugarás conmigo, de que no me hicieras daño. Lo recordarás, y me entenderás, porque hasta que no se experimente la misma medicina no se deja de ser tan estúpido con los corazones de la gente.

Quizás no todos estamos destinados a ser felices con una persona, quizás nuestra otra mitad se haya cansado de luchar y nos haya abandonado.
También está la posibilidad de que detrás de cada palo, un día sin avisar, llegue, que derrumbe las murallas de tu corazón y lea las advertencias que tienes puesta. Y las cumpla.
Pero ahora, lo único que queda es encerrarte en ti misma, ser fría y distante con los demás, y esperar a que eso ocurra.
No será fácil, pero después de tanto daño, es lo que toca. Desde luego si no quieres seguir sufriendo por tíos que juegan con los sentimientos verdaderos.